LOS CINCO LENGUAJES DEL AMOR





Por: Gary Chapman
Más del 50% de las parejas divorciadas y más del 25 % de los matrimonios tienen una pregunta: ¿Qué sucede con el amor después del matrimonio? Todos los que son casados desean en el fondo tener un amor romántico, todos quieren mantener la llama ardiente del amor, así como cuando eran novios. Pero no es suficiente el deseo. Hay que estar dispuestos a aprender: 1. A recibir y dar amor. 2. A comunicarnos usando el lenguaje de amor de nuestros cónyuges. Las personas hablan diferentes lenguajes del amor, esto es parte de la cultura humana, y algo que se aprende. Los psicólogos están de acuerdo que sentirse amado es la principal necesidad del ser humano. Por amor subimos montañas, cruzamos desiertos, enfrentamos todo tipo de adversidades, justificamos determinados comportamientos... Y la Biblia confirma que si no es por amor, nada tiene sentido (1 Co 13:1-3); y que la virtud más valiosa es el amor (1 Co 13:13). El amor proviene del Espíritu de Dios porque Dios es amor (1 Jn 4:7-8; Ro 5:5; Gá 5:22-23). No hay que confundir pasión con amor. Leemos en Juan 2:1 al 11 que Jesús fue invitado a un matrimonio donde el vino se acabó. Esto significa, en lenguaje espiritual, que el amor en el matrimonio se acaba cuando está condicionado por la pasión. Pero cuando Jesús es invitado a participar del matrimonio, Él derrama amor en los corazones de los cónyuges.
La pasión es temporal; el amor está dispuesto a ir hasta el final,
La pasión apela sólo a las emociones, no ejercita la voluntad,
La pasión incentiva el deseo carnal; el amor busca el supremo bien de la persona amada.
Todos necesitamos ser amados por alguien que escogió amarnos, de su libre voluntad, y sin ningún interés. Y ese alguien es Dios.
Existen cinco lenguajes del amor.
En el ámbito del amor, el lenguaje emocional y el de su cónyuge pueden ser diferentes, pero para ser efectivos en su comunicación, deberán conocer el idioma emocional con el cual se expresa su cónyuge. Una vez que identifiquemos y comprendamos nuestro lenguaje y el de nuestro cónyuge, estaremos en camino de una gran aventura en nuestro Matrimonio.
Primer lenguaje del amor: palabras de afirmación. Una forma de expresar el amor emocional es utilizar palabras que edifican (Pr 18:21; Pr 12:25). Elogios verbales y palabras de aprecio son poderosos comunicadores de amor. Cuando recibimos elogios nos disponemos a retribuir la gentileza recibida. El esposo a su esposa le puede decir: “Querida, ¡estás tan linda con ese vestido rojo!”; “nadie cocina ese puré tan rico como tu”. La esposa al esposo le puede decir: “Gracias por ayudarme a ordenar la casa”. “Te admiro por lo bien que haces tu trabajo”. Las palabras son como semillas que luego de ser sembradas, darán su fruto. Use palabras de bondad, use palabras de aprecio.
Segundo lenguaje del amor: calidad de tiempo. Pasar tiempo juntos, compartiendo, oyendo y participando de actividades significativas comunica realmente que nos preocupamos y apreciamos a nuestro cónyuge. Cantidad y calidad de tiempo son importantes. Haga planes y busque equilibrar sus responsabilidades a fin de tener tiempo con su familia.
Tercer lenguaje del amor: dar regalos. Los regalos son símbolos visuales del amor, sean ellos comprados, hechos por usted, o simplemente su presencia disponible para su cónyuge. Los regalos demuestran que a usted sí le importa su relación con su pareja (1 Ped. 3:7) En especial las mujeres, están esperando que sus maridos lleguen Necesitamos recibir y dar amor. Alguna vez con tarjetas, flores, bombones, aritos, etc., como cuando eran novios.
Cuarto lenguaje del amor: formas de servir. Si alguien critica a su cónyuge por desordenar o ensuciar; o ser insensible cuando está enfermo (o enferma), esto puede ser una indicación de que su primer lenguaje de amor debe ser la ayuda (1 Jn 3:17-18). Este lenguaje nunca debería darse por obligación o por fuerza, debe ser dado y recibido libremente, y su realización solicitada. Una pregunta clave que usted puede hacer: ¿En qué puedo servir?
Quinto lenguaje del amor: toque físico. El toque físico, como gesto de amor, es una forma poderosa de comunicación, sea un simple abrazo o el más apasionado de los besos. Tal vez usted y su cónyuge nunca han hablado sobre el tipo de caricias que les gustan. Conversen sobre las dimensiones emocionales, sexuales y psicológicas relacionadas con las áreas de su cuerpo (Pr 5:18-19). Seguramente usted quiere descubrir su primer lenguaje de amor. Hay algunas preguntas básicas que usted debe responder:
¿Qué es lo que usted más aprecia?
¿Qué es lo que hace que usted se sienta más amado(a)?
¿Qué es lo que más profundamente le disgusta?
Hágase el firme propósito de comunicarse en el primer lenguaje de su cónyuge, no en el suyo. Evalúe algunas características de su relacion. Su tono áspero, su actitud sarcástica, su punto de vista muy crítico. Resuelva estas cuestiones y pida perdón. Pregúntese si su trabajo u otros compromisos no están quitando el tiempo que es para su esposa e hijos. Arrepiéntase si su familia no es su prioridad. Decida ayudar en las tareas que no son complicadas, pero que a u no le agradan: ordenar y limpiar el cuarto, ayudar a secar los platos, cambiar los pañales al bebé, etc. Elimine todas las formas negativas de toque físico: palmadas, pellizcos, mordidas, por más que sean por jugar.
Jonatan Rosas

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