LA PARTE HUMANA Y LA PARTE DIVINA EN LA EDIFICACIÓN

Aunque nada cambie, si yo cambio, todo cambia. 

Alex Robira. 

Muchos somos los que nos hemos preguntado: ¿Qué le toca a Dios hacer y que me toca a mi hacer? en la edificación de una vida, una familia, una iglesia, un negocio, una sociedad, hoy vamos a dar respuesta a esa interrogante por medio de la palabra de Dios. 

En una construcción siempre hay delegación de responsabilidades, todos haciendo su parte. 

DIOS PROMETE QUE TU EDIFICACIÓN AL FINAL SERÁ BUENA. 

12 Dios le dijo a Abram: «Deja a tu pueblo y a tus familiares, y vete al lugar que te voy a mostrar. 2 Con tus descendientes formaré una gran nación. Voy a bendecirte y hacerte famoso, y serás de bendición para otros. 3 Bendeciré a los que te bendigan, y maldeciré a los que te maldigan. ¡Gracias a ti, bendeciré a todas las naciones del mundo!» 4-5 Abram obedeció a Dios y salió de Harán, y no se detuvo hasta llegar a la región de Canaán. Se llevó a su esposa Sarai, a su sobrino Lot, a los esclavos que había comprado en Harán, y todo lo que tenía. En ese entonces Abram tenía setenta y cinco años.

Génesis 12:1-5. 

LO QUE A DIOS LE TOCA HACER.

1.- MOSTRAR. Dios le dijo a Abram: te mostraré.   ¿Dónde? Dios se compromete contigo a mostrarte dónde vas a edificar.  

A Dios le encanta mostrar su poder. Moises fue puesto por Dios para mostrar su poder, cuando nos cuestionamos donde Dios nos responde donde esté mi poder actuando.  Dios no invertirá fuerza y poder en un proyecto que no sea suyo, lo que es de Él, lo patrocina.  “Y a la verdad yo te he puesto para mostrar en ti mi poder, y para que mi nombre sea anunciado en toda la tierra”

Éxodo 9:16. 

Tenemos muchas preguntas e inquietudes, estas se responden cada día en oración, en la dependencia de Dios y su palabra.  “Pero si ellos hubieran estado en mi secreto, habrían hecho oír mis palabras a mi pueblo, y lo habrían hecho volver de su mal camino, y de la maldad de sus obras”.  Jeremías 23: 22. 

2.- FORMAR. ¿Cómo? Dios se compromete contigo a formar tu vida para lograr el propósito por el cual naciste, el método de formación de Dios es su palabra, la palabra de Dios es un cincel con el que nuestro creador nos va dando forma. Somos barro en manos del alfarero eterno.  “Tus manos me hicieron y me formaron; ¿Y luego te vuelves y me deshaces?. Acuérdate que como a barro me diste forma; ¿Y en polvo me has de volver?”  Job 10:8,9. 

En Dream Center tenemos un instituto de formacion cristiana y minsterial que le ehemos denomincado FORMA. Cada miembro un ministro, estamos formando las futuras generaciones. 

3.- BENDECIR.  ¿Con qué? Dios se compromete contigo a, multiplicarte, añadirte, aprobarte, promoverte, acompañarte y protegerte. 

 Y él dijo: Mi presencia irá contigo, y te daré descanso. Y Moisés respondió: Si tu presencia no ha de ir conmigo, no nos saques de aquí.

Éxodo 33:14,15. 

4.- PROTEGER. ¿Contra quién?  Dios promete encargarse de tus adversarios, quien se mete contra ti, se mete contra Dios. 

No os venguéis vosotros mismos, amados míos, sino dejad lugar a la ira de Dios; porque escrito está: Mía es la venganza, yo pagaré, dice el Señor. Así que, si tu enemigo tuviere hambre, dale de comer; si tuviere sed, dale de beber; pues haciendo esto, ascuas de fuego amontonarás sobre su cabeza.

Romanos 12:19,20. 

• Contra los enemigos, dejarlos en las manos de Dios. 

• EL SEÑOR JESÚS DIJO QUE AMÁRAMOS A LOS ENEMIGOS. Amarlos, no es aceptar su conducta, no es convertirnos en sus tapetes, no  es aprobar lo qué hacen, es : librar nuestra mente del rencor, la amargura, el odio y darle un poco de la gracia que nos perdonó a nosotros. 

5.- USARNOS. 

Dios sigue usando las ollas de barro para su gloria. 

yo le contestaría: «Amigo mío, tú no eres nadie para cuestionar las decisiones de Dios.» La olla de barro no puede quejarse con el que la hizo, de haberle dado esa forma.  El alfarero puede hacer con el barro lo que quiera. Con el mismo barro puede hacer una vasija para usarla en ocasiones especiales, y también una vasija de uso diario.

Romanos 9:20,21.  TLA. 

• Adán y Eva cayeron, Caín mató a Abel, y Dios sigue confiando en los humanos su obra. 

LO QUE NOS TOCA A NOSOTROS.

1.- ESCUCHAR. 

Por eso la Biblia dice: «Si hoy escuchan la voz de Dios, no sean tercos, como aquellos israelitas que no quisieron obedecerlo.»

Hebreos 3:15. 

2.- DEJAR.

Por tanto, dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y serán una sola carne.

Génesis 2:24. 

3.- SALIR. 

Los israelitas salieron de Ramsés a Sucot. Sin contar mujeres y niños, eran como seiscientos mil hombres de a pie, en edad militar. Con ellos se fue muchísima gente de toda clase, además de muchas ovejas y vacas. Como no habían tenido tiempo de preparar comida, pues los egipcios los habían echado de su país, hicieron tortas sin levadura con la masa que habían sacado de Egipto, la cual estaba sin fermentar. 

Éxodo 12:37- 39. DHH

4.- OBSERVAR. 

Envió también de sí una paloma, para ver si las aguas se habían retirado de sobre la faz de la tierra.

Génesis 8:8. RV

Y sucederá que cuando haga venir nubes sobre la tierra, se dejará ver entonces mi arco en las nubes.

Génesis 9:14.

5.- Disposición.

Enseguida oí la voz de Dios que decía: «¿A quién voy a enviar? ¿Quién será mi mensajero?» Yo respondí: «Envíame a mí, yo seré tu mensajero».

Isaías 6:8 TLA 

María respondió: —Yo soy la esclava del Señor. Que suceda todo tal como me lo has dicho. Y el ángel se fue.

Lucas 1:38 TLA 

6.- Obediencia. 

Oh hombre, él te ha declarado lo que es bueno, y qué pide Jehová de ti: solamente hacer justicia, y amar misericordia, y humillarte ante tu Dios.

Miqueas 6:8. 

Y Samuel dijo: ¿Se complace Jehová tanto en los holocaustos y víctimas, como en que se obedezca a las palabras de Jehová? Ciertamente el obedecer es mejor que los sacrificios, y el prestar atención que la grosura de los carneros.

1 Samuel 15:22. 

7.- Fe. 

Henoc confió en Dios y, por eso, en vez de morir, Dios se lo llevó de este mundo y nadie volvió a encontrarlo. La Biblia dice que, antes de que Henoc fuera llevado, fue obediente, y eso le agradó a Dios. Porque a Dios no le gusta que no confiemos en él. Para ser amigos de Dios, hay que creer que él existe y que sabe premiar a los que buscan su amistad.

Hebreos 11:5-6 TLA