Nuestro sumo sacerdote Cristo es el autor de la fe.


Él creó la fe, Él es quien la da fe, es el dueño de la fe, algunos ponen su fe en las cosas, las personas, los trabajos, las relaciones, el dinero, el universo, la filosofía, la educación, la sicóloga, la ciencia, nuestra fe viene de Él y para el. 


No es necedad es practicidad, ¿a quién le apostarías en una lucha cuerpo a cuerpo?, ¿a Saúl vs Goliat?, ¿a David o a Goliat?,  ¿a Dios o a Goliat?, ¿a Faraón y Moisés? ¿al faraón o a Dios?.  ¿al demonio que traía el muchacho o a los aprendices? ¿al demonio o al Señor Jesús? Sin duda, la diferencia entre perder o ganar una batalla siempre la hace Dios en nuestras vidas. 


Puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe, el cual por el gozo puesto delante de él sufrió la cruz, menospreciando el oprobio, y se sentó a la diestra del trono de Dios. 

Hebreos  12:2.  RV


Pongamos toda nuestra atención en Jesús, pues de él viene nuestra confianza, y es él quien hace que confiemos cada vez más y mejor. Jesús soportó la vergüenza de morir clavado en una cruz porque sabía que, después de tanto sufrimiento, sería muy feliz. Y ahora se ha sentado a la derecha del trono de Dios

Hebreos 12:2. TLA. 


1.- Jesús autor de la fe, para echar fuera espíritus que atormentan a la gente.


Lea S. Marcos 9: 14-29. 

14 Cuando llegó a donde estaban los discípulos, vio una gran multitud alrededor de ellos, y escribas que disputaban con ellos. 

15 Y en seguida toda la gente, viéndole, se asombró, y corriendo a él, le saludaron. 

16 El les preguntó: ¿Qué disputáis con ellos? 

17 Y respondiendo uno de la multitud, dijo: Maestro, traje a ti mi hijo, que tiene un espíritu mudo, 

18 el cual, dondequiera que le toma, le sacude; y echa espumarajos, y cruje los dientes, y se va secando; y dije a tus discípulos que lo echasen fuera, y no pudieron. 

19 Y respondiendo él, les dijo: !!Oh generación incrédula! ¿Hasta cuándo he de estar con vosotros? ¿Hasta cuándo os he de soportar? Traédmelo. 

20 Y se lo trajeron; y cuando el espíritu vio a Jesús, sacudió con violencia al muchacho, quien cayendo en tierra se revolcaba, echando espumarajos. 

21 Jesús preguntó al padre: ¿Cuánto tiempo hace que le sucede esto? Y él dijo: Desde niño. 

22 Y muchas veces le echa en el fuego y en el agua, para matarle; pero si puedes hacer algo, ten misericordia de nosotros, y ayúdanos. 

23 Jesús le dijo: Si puedes creer, al que cree todo le es posible. 

24 E inmediatamente el padre del muchacho clamó y dijo: Creo; ayuda mi incredulidad. 

25 Y cuando Jesús vio que la multitud se agolpaba, reprendió al espíritu inmundo, diciéndole: Espíritu mudo y sordo, yo te mando, sal de él, y no entres más en él. 

26 Entonces el espíritu, clamando y sacudiéndole con violencia, salió; y él quedó como muerto, de modo que muchos decían: Está muerto. 

27 Pero Jesús, tomándole de la mano, le enderezó; y se levantó. 

28 Cuando él entró en casa, sus discípulos le preguntaron aparte: ¿Por qué nosotros no pudimos echarle fuera? 

29 Y les dijo: Este género con nada puede salir, sino con oración y ayuno.


LA SINCERIDAD ES LA PUERTA LA VERDAD ES LA ENTRADA EL AMOR LA PERMANENCIA 


Jesús le dijo: Si puedes creer, al que cree todo le es posible. 

Marcos 9:23. 


Un espíritu (pneuma)  que no dejaba hablar al muchacho. 


Los aprendices no pudieron sacar el espíritu, por su falta de confianza (fe).


Las preguntas de Jesús:  

  • ¿Cuánto tiempo más debo estar con ustedes? ya debo estar con mi padre, intercediendo por ustedes, no están listos para que me vaya. 

  • ¿Por qué no han aprendido a confiar en Dios? 

  • ¿Acaso no pueden hacer nada sin mí?

  • ¿Cuándo van a aprender?. 

  • ¿Cuánto tiempo hace qué está así?

  • ¿Puedes confiar en Dios? 


Las respuestas de Jesús: 

  • ¡Tráiganme aquí al muchacho!. 

  • te puedo ayudar si puedes creer, al que cree que todo es posible. 



2.- Jesús autor de la fe, en lo que se dijo, sobre El. 


Entonces él les dijo: ¡Oh insensatos, y tardos de corazón para creer todo lo que los profetas han dicho! 

Lucas 24:25.  


Lucas 24: 

13 Y he aquí, dos de ellos iban el mismo día a una aldea llamada Emaús, que estaba a sesenta estadios de Jerusalén. 7 MILLAS 

14 E iban hablando entre sí de todas aquellas cosas que habían acontecido.

15 Sucedió que mientras hablaban y discutían entre sí, Jesús mismo se acercó, y caminaba con ellos.  

16 Mas los ojos de ellos estaban velados, para que no le conociesen.

17 Y les dijo: ¿Qué pláticas son estas que tenéis entre vosotros mientras camináis, y por qué estáis tristes?

18 Respondiendo uno de ellos, que se llamaba Cleofas, le dijo: ¿Eres tú el único forastero en Jerusalén que no has sabido las cosas que en ella han acontecido en estos días?

19 Entonces él les dijo: ¿Qué cosas? Y ellos le dijeron: De Jesús nazareno, que fue varón profeta, poderoso en obra y en palabra delante de Dios y de todo el pueblo;

20 y cómo le entregaron los principales sacerdotes y nuestros gobernantes a sentencia de muerte, y le crucificaron.

21 Pero nosotros esperábamos que él era el que había de redimir a Israel; y ahora, además de todo esto, hoy es ya el tercer día que esto ha acontecido.

22 Aunque también nos han asombrado unas mujeres de entre nosotros, las que antes del día fueron al sepulcro;

23 y como no hallaron su cuerpo, vinieron diciendo que también habían visto visión de ángeles, quienes dijeron que él vive.

24 Y fueron algunos de los nuestros al sepulcro, y hallaron así como las mujeres habían dicho, pero a él no le vieron.

25 Entonces él les dijo: !!Oh insensatos, y tardos de corazón para creer todo lo que los profetas han dicho!

26 ¿No era necesario que el Cristo padeciera estas cosas, y que entrara en su gloria?

27 Y comenzando desde Moisés, y siguiendo por todos los profetas, les declaraba en todas las Escrituras lo que de él decían.

28 Llegaron a la aldea adonde iban, y él hizo como que iba más lejos.

29 Mas ellos le obligaron a quedarse, diciendo: Quédate con nosotros, porque se hace tarde, y el día ya ha declinado. Entró, pues, a quedarse con ellos.

30 Y aconteció que estando sentado con ellos a la mesa, tomó el pan y lo bendijo, lo partió, y les dio.

31 Entonces les fueron abiertos los ojos, y le reconocieron; mas él se desapareció de su vista.

32 Y se decían el uno al otro: ¿No ardía nuestro corazón en nosotros, mientras nos hablaba en el camino, y cuando nos abría las Escrituras?

33 Y levantándose en la misma hora, volvieron a Jerusalén, y hallaron a los once reunidos, y a los que estaban con ellos,

34 que decían: Ha resucitado el Señor verdaderamente, y ha aparecido a Simón.

35 Entonces ellos contaban las cosas que les habían acontecido en el camino, y cómo le habían reconocido al partir el pan. 


  •  JESÚS CAMINA CON NOSOTROS Y NO NOS DAMOS CUENTA PORQUE ES RESUCITADO Y TENEMOS UNA MENTE CARNAL MUERTA PERO SI DESPERTAMOS.

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